Una de las prioridades del Gobierno de El Salvador es "avanzar en la ruta por construir un país seguro", por lo que el Congreso decidió prolongar por un año más las medidas extraordinarias de seguridad, implementadas en abril de 2016, explicó hoy el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén.
La Asamblea Legislativa tomó, el pasado jueves, la decisión de prolongar hasta abril de 2018 unas "medidas extraordinarias" de seguridad carcelaria que en 2016 dieron inicio a una ofensiva contra las pandillas.
La prórroga fue aprobada con 73 de los 84 votos posibles, pese a que las pandillas, a las que el Gobierno atribuye las altas tasas de homicidio del país, pidieron recientemente un diálogo.
El mandatario aseguró, durante el programa Gobernando con la Gente, realizado en la colonia Las Margaritas, en Soyapango, que el dinero obtenido a través de la contribución especial a los servicios de telefonía se distribuirá en los ejes de acción contemplados en el Plan El Salvador Seguro.
"Ese dinero es para financiar el Plan El Salvador Seguro para invertir en la persecución dando los recursos a la Policía Nacional Civil, la Fuerza Armada, la Fiscalía y apostar a la prevención", destacó Sánchez Cerén.
Aseguró que "prevención significa darle oportunidades al joven, empleo, para que pueda desarrollarse, y pueda tener una aspiración de futuro, sana, ese dinero es para invertir en los territorios, para mejorar estos espacios públicos".
"Estos espacios son de ustedes, son del pueblo y para ustedes, en eso queremos invertir en recuperar los espacios públicos, volverlos atractivos para que la comunidad pueda ir a descansar, a jugar con sus hijos", precisó.
El presidente agradeció a los diputados de las diversas fuerzas políticas que apoyaron la extensión de las medidas extraordinarias, "las que durante su primera fase de ejecución permitieron la reducción de la criminalidad".
El Gobierno atribuye la reducción del 20,7 % de los asesinatos en 2016 a estas medidas y otras paralelas, como el despliegue de más militares y la creación de un comando elite par cazar a las columnas armadas de pandilleros.
También la baja del 65 % de las muertes violentas en enero recién pasado, cuando se registraron 256 asesinatos, frente a los 740 del mismo mes en 2016.
Pese a la reducción que se dio en 2016, ese año se colocó como el segundo más violento de la historia reciente del país centroamericano con una tasa de 81,7 homicidios por cada 100.000 habitantes, solo por atrás de 2015, que marcó un índice de 103.
Con información de: EFE