El gobierno de Rafael Correa llega a su fin en 2017. El presidente de Ecuador decidió no presentarse en los próximos comicios y encomendó su legado, luego de 10 años de su lucha por un país con mayor justicia social pero que también ha sido golpeado por autoritarismo, escándalos de corrupción y un deterioro económico.
Félix R. Gutiérrez Rodríguez / El Político
Los ecuatorianos tendrán que decidir si continúan con la “revolución ciudadana” impulsada por Correa y encargada a su candidato presidencial, Lenín Moreno, o si cambian de aires políticos al apostar por uno de los siete opositores postulados que se medirán en las elecciones generales del 19 de febrero.
Un total de 12.816.698 ciudadanos están habilitados para votar y elegir al presidente, vicepresidente, 137 miembros de la Asamblea Nacional y cinco delegados de Ecuador en el Parlamento Andino. Todos ejercerán en el período 2017-2021.
Constitución Nacional de Ecuador
Artículo 62: Las personas en goce de derechos políticos tienen derecho al voto universal, igual, directo, secreto y escrutado públicamente, de conformidad con las siguientes disposiciones:
- El voto será obligatorio para las personas mayores de dieciocho años. Ejercerán su derecho al voto las personas privadas de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada.
- El voto será facultativo para las personas entre dieciséis y dieciocho años de edad, las mayores de sesenta y cinco años, las ecuatorianas y ecuatorianos que habitan en el exterior, los integrantes.
La estrategia
Ecuador también tendrá que decidir el próximo 19 si se prohibirá que los servidores públicos del país tengan bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en los denominados “paraísos fiscales”. Esta consulta nacional fue propuesta en agosto de 2016, luego de que se conoció que funcionarios del gobierno de Correa estaban involucrados en las revelaciones de los denominados “Papeles de Panamá”.
Sin embargo, la consulta sobre paraísos fiscales ha sido una herramienta que ha empleado el partido oficialista Alianza PAÍS (AP). La agrupación política liderada por Correa ha dirigido parte de su campaña contra el candidato Guillermo Lasso, quien tiene un banco en Panamá.
"La consulta sobre paraísos fiscales permitirá a Correa hacer campaña paralela a la campaña presidencial, dirigida contra uno de los candidatos y a la vez generalizar lo que él califica como antipatrias, es decir, las personas que por algún motivo sacan dinero fuera del país”, explicó el analista Farith Simon a Infobae.
Hasta los momentos, esa estrategia ha favorecido al candidato de gobierno, según las últimas encuestas. Las consultoras Cedatos, Market, OPE y PDO indicaron que Moreno domina la intención de votos sobre sus oponentes más populares: Cynthia Viteri (Partido Socialista Cristiano) y Guillermo Lasso (Alianza Creo-Suma). Los números tampoco descartan una segunda vuelta en las elecciones.
Ley Orgánica Electoral, Código de la Democracia
Artículo 89: Las elecciones se realizarán cada cuatro años para elegir en el mismo día Presidenta o Presidente y Vicepresidenta o Vicepresidente de la República, miembros de la Asamblea Nacional y representantes al Parlamento Andino.
En el caso de que en la primera votación ningún binomio presidencial hubiera logrado mayoría absoluta de votos válidos emitidos, se realizará una segunda vuelta electoral y, en ella, participarán los dos binomios más votados, de conformidad con el artículo 143 de la Constitución. No será necesaria la segunda votación si el binomio que consiguió el primer lugar obtiene al menos el cuarenta por ciento de los votos válidos y una diferencia mayor de diez puntos porcentuales sobre la votación lograda por el binomio ubicado en el segundo lugar.
Pero el reto de los candidatos está en captar a los votantes indecisos, que representan entre 40% y 50% del electorado. Esta misión deben cumplirla entre el 3 de enero y el 16 de febrero, el tiempo previsto para la campaña electoral.
El director del diario La República, Carlos Jijón, aseguró a El Político que el gobierno tiene todo a su favor para la campaña “porque hay un férreo control de los medios comunicación y ellos dicen muy poco de esta situación. No dicen mucho de lo que pasa en Ecuador. Además son 10 años de propaganda. Correa ha repartido mucho dinero y por otro lado ellos controlan el organismo electoral y todos los entes de control están en sus manos”.
La oposición, por su parte, ha mantenido un mensaje de cambio, que pone especial énfasis en las denuncias de casos de corrupción (como los de PetroEcuador y Odebrecht) que el propio gobierno ya había detectado. Lasso representa el lema de “vamos por el cambio”, mientras que Viteri apuesta por un “cambio positivo”.
Prueba de fuego
El interés en las elecciones de Ecuador trasciende sus fronteras. La continuidad de la corriente política instaurada por Correa desde 2007 significa otra prueba de fuego para la izquierda latinoamericana, que ha perdido influencia en la región luego de los reveses tanto en Brasil (con la destitución de Dilma Rousseff) como en Argentina (con el triunfo de Mauricio Macri) y de la grave crisis política que tiene tambaleante al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Correa fue amo y señor de las tres elecciones presidenciales que disputó (2006, 2009 y 2013). Sin embargo, la ausencia del seguidor del “Socialismo del Siglo XXI” en los próximos comicios compromete la continuidad en el país del modelo político promovido por el ex presidente venezolano Hugo Chávez.
“Es fundamental que recordemos lo que está en juego en febrero 2017. Son dos visiones de sociedad, dos visiones de desarrollo, dos visiones de Estado”, advirtió Correa durante la celebración de su noveno año de gobierno.
Lo cierto es que quien suceda a Correa deberá responder a los problemas que sacuden hoy a Ecuador: bajón en el precio del barril petrolero (principal producto de exportación), apreciación del dólar (moneda nacional desde el año 2000), una creciente tasa desempleo y el incremento del endeudamiento público.