El acercamiento entre la oposición y el oficialismo venezolano avanza con lentitud y desconfianza . Para muchos el rol mediador de los expresidentes Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), no ha sido tan neutral y objetiva como para ocasionar el anhelado diálogo.
La bancada opositora es la que más le resta credibilidad a los exmandatarios auspiciados por la Unasur , especialmente a Zapatero, quien es miembro del Partido Socialista Obrero Español y que, según denunció el gobernador del estado Miranda Herrique Capriles Radonski , viaja en secreto en aviones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), lo que evidencia sus vínculos con el Gobierno Nacional .
Expertos en politología consultados por Versión Final coinciden en que al equipo mediador debe sumársele más expresidentes, miembros de organizaciones internacionales, ONGs y especialmente la iglesia católica personificada en el papa Francisco.
A juicio del analista político Efraín Rincón: "El intermediario o el facilitador de un diálogo tiene que ganar y recibir confianza y credibilidad entre ambas partes y desde luego estos facilitadores (Zapatero, Fernández y Torrijos) han generado una percepción de mucho sesgo y parcialidad con uno de los dos sectores y, en consecuencia, no hay mayor e ciencia en la búsqueda del diálogo".
Los candidatos
Para el profesor de La Universidad del Zulia (LUZ), el mediador que podría ser de gran aporte y efectividad en el escenario político nacional es el papa Francisco por la sólida credibilidad y prestigio del que goza y que ha impulsado a la iglesia en los últimos tiempos, "además de que el Vaticano es una institución sumamente respetada a nivel mundial y, en Venezuela la iglesia católica sigue siendo la mayoritaria".
Desde marzo de este año el sumo pontífice ha manifestado en reiteradas oportunidades por "las difíciles condiciones que vive el pueblo Venezolano, por lo que envió en dos oportunidades al nuncio apostólico Aldo Giordani, quien en primera instancia se reunió con la canciller Delcy Rodríguez y recientemente con el vicepresidente de la república, Aristóbulo Istúriz.
Seguido de Francisco, R incón propone al secretario general de las Naciones Unida s (ONU), Ban-Ki-Moon, por la actitud diplomática y neutral que lo ha caracterizado durante todas sus gestiones de trabajo.
El pasado mes de mayo Moon hizo un llamado al diálogo y Venezuela y dijo sentirse "alentado por las iniciativas en curso por parte de exjefes de Estado y de Gobierno para promover el diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición".
Ampliar el espectro
Por su parte la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), Ruht Guerrero, la pluralidad de mediadores hace más probable las conversaciones y los acuerdos entre rojos y azules. Resalta que los participantes deben ser meramente internacionales para que puedan tener una visión más objetiva y clara de lo que vive el país.
Guerrero también ve en el Papa al mejor intercesor, pero "yo también incluiría a Pepe Mujica porque es un hombre pacífico, le gusta el diálogo y resolver las cosas sin crear conflicto porque sabe las consecuencias que eso acarrea", dijo.
Tranca interna
Para el presidente del Observatorio Político Venezolano, José Mendoza, las contradicciones abismales que existen dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), sobre cómo perciben a Zapatero, Fernández y Torrijos, no le permite a la oposición dar pasos que la acerquen al diálogo.
"Si analizamos los discursos, Ramos Allup no ha hecho alusión a ninguno de los expresidentes, ni descalificándolos ni diciendo que no son los actores necesarios para propiciar el diálogo, mientras que Capriles si ha dejado muy en claro su opinión sobre Zapatero especialmente", ejemplifica Mendoza.
Mediadores criollos
El experto sugiere que quienes propicien el diálogo en Venezuela sean actores políticos nacionales "porque sigo creyendo que la papa caliente la tenemos nosotros aquí adentro".
Mendoza propone a José Vicente Rangel, seguido de Luis Brito García por parte del socialismo, y por la oposición a guras como Eduardo Fernández y Timoteo Zambrano "por su larga trayectoria política, su relación con la defensa de los Derechos Humanos y, sobre todo, porque son guras intelectuales con capacidad de diálogo y que están alejados de la política de la primera línea", concluyó el especialista.
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