Parece evidente que entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, funciona la química y, además, es un hecho que el mandatario ruso nunca antes había recibido a un candidato de la oposición de un país extranjero a tan poco tiempo de unos comicios.
AFP
No obstante, Putin quiso dar ayer a entender que Le Pen es una más en la carrera hacia la Presidencia francesa y que recibiría igual a cualquier otro candidato que pasase por Moscú.
Pero lo cierto es que estuvieron reunidos una hora y media, demasiado tiempo para un encuentro «casual», como lo definió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y excesivamente prolongado incluso para una reunión protocolaria con alguien de rango inferior, por más que Le Pen encabece las encuestas de intención de voto.
Un encuentro casual
Ella viajó ayer a Moscú, según quiso puntualizar Peskov, «por invitación parlamentaria». El objeto de su visita fue entrevistarse con el presidente de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), Viacheslav Volodin, y con otros diputados. Después, según el relato del portavoz de la Presidencia rusa, Le Pen acudió a una de las salas del palacio del Kremlin para contemplar una exposición de arte francés y, ¡qué casualidad!, se topó allí con Putin.
Este se la llevó a una salita cercana, en la que nunca discurren los encuentros oficiales. Ha sido la primera vez que se reúnen. La dirigente ultraderechista estuvo en Moscú por última vez en mayo de 2015, también en el marco de un «intercambio de experiencias y opiniones» con parlamentarios rusos, pero entonces no fue recibida por el primer mandatario del Kremlin.
Según Le Pen, la reunión con Putin, con el telón de fondo del atentado terrorista en Londres, «es especialmente importante». «Es útil intercambiar información de inteligencia entre nuestros países ante la actual amenaza global del yihadismo». Analistas rusos consideran muy oportuno para su campaña haberse entrevistado con Putin precisamente ahora.
Contra las sanciones
La líder del FN nunca ocultó sus simpatías hacia la política del presidente ruso. Ayer mismo, durante la reunión que mantuvo con los diputados de la Duma, volvió a pronunciarse en contra de las sanciones occidentales a Rusia. En su opinión, «no hay motivo que justifique la actual actitud hostil hacia Rusia». Le Pen defendió en otras ocasiones incluso el «derecho» de Moscú a anexionarse Crimea.