Cuba dejó claro en la ONU su respaldo al Gobierno de Venezuela, que dijo está siendo víctima de una "injerencia imperialista y oligárquica", según denunció en la tercera jornada del debate de alto nivel de la Asamblea General.
Si el año pasado Cuba estuvo representado por primera vez por el presidente Raúl Castro, esta vez La Habana envió al ministro Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, la figura que en los últimos años ha venido defendiendo a ese país ante la Asamblea General.
"Continuaremos respaldando al Gobierno y al pueblo venezolanos, a la unión cívico-militar y al presidente constitucional Nicolás Maduro, en la defensa de su soberanía y autodeterminación", afirmó ante la Asamblea General Rodríguez.
Según el ministro cubano, esa injerencia busca "destruir la revolución bolivariana y chavista para apropiarse de las reservas petroleras y revertir las enormes conquistas sociales alcanzadas".
Rodríguez se dirigió a la ONU en la sesión vespertina del debate de la Asamblea General, cuando se esperaba también a la ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, pero su intervención, en principio, quedó aplazada para el viernes.
El Gobierno de Caracas también recibió hoy el respaldo del presidente boliviano, Evo Morales, quien, por segundo día consecutivo, utilizó la ONU para lanzar fuertes críticas contra el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Almagro, que ha venido criticando las violaciones a los derechos políticos en Venezuela y ha calificado a su régimen político como una "tiranía", fue acusado por Morales de ser un "portavoz o capataz al servicio de Estados Unidos".
Ya se había expresado en términos parecidos el mandatario boliviano en su intervención del miércoles ante la Asamblea General, y hoy reiteró que Almagro defiende una "visión capitalista e intervencionista totalmente ligada" a las políticas de Estados Unidos.
La jornada de hoy en la Asamblea General de la ONU estuvo centrada en las intervenciones que, con pocos minutos de diferencia, tuvieron el líder palestino, Mahmud Abás, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Con información de EFE