Los representantes del gobierno en la mesa de diálogo habrían manifestado su intención de abandonarla luego que en la Asamblea Nacional se discutió ayer el caso de los sobrinos de la pareja presidencial venezolana, Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, que fueron hallados culpables por unanimidad por un jurado compuesto por 12 personas en un juicio por conspirar para introducir cocaína a los Estados Unidos.
Si bien la responsabilidad de los sobrinos no compromete a la pareja presidencial, el gobierno nacional en una mala política comunicacional ha pretendido desaparecer de la opinión pública nacional el caso, delicado en sí, porque durante el juicio se oyeron testimonios de los sobrinos donde afirmaban que usaban la rampa presidencial del aeropuerto de Maiquetía sin control alguno.
También el gobierno se ha negado a aclarar si los pilotos de la aeronave particular que los trasladó a Haití eran funcionarios de casa militar y si éstos tenían pasaportes diplomáticos.
Así mismo ha tejido un manto de oscuridad sobre los pagos a los bufetes defensores de los sobrinos, de los más caros de Estados Unidos, que se lo ha atribuído el empresario chavista Wilmer Ruperti, contratista de Pdvsa. Se especula que los honorarios, según el diputado Julio Montoya, ascenderían a 20 millones de dólares.
Thomas Shannon en Caracas
El subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos Políticos, Thomas Shannon, llegó ayer al país, en un repentina acción mediadora. Se ha estado reuniendo, por separado, con representantes del gobierno como de la oposición. En el día de hoy continúan las reuniones. Shannon hace sus últimas gestiones, porque extraoficialmente se supo que sería relevado de su cargo como subsecretario de Estado por la administración de Donald Trump.
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